Puente Romano Beach Resort incorpora Cipriani a su oferta gastronómica internacional

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Esta primavera, Puente Romano Beach Resort da la bienvenida a Cipriani a su oferta gastronómica internacional. La primera apertura de la marca en la España.

Incorporando un toque veneciano al destino gastronómico por excelencia de Andalucía, Cipriani Marbella será un restaurante elegante y atemporal, con una íntima zona de bar y restaurante, a pocos metros del Mediterráneo.

Diseñado por el arquitecto florentino, Michele Bonan, Cipriani Marbella estará decorado con los icónicos colores náuticos de la marca. Los interiores marítimos cuentan con lámparas de cristal de Murano, suelo de terrazo azul y blanco, madera brillante, sillas de cuero marrón y la icónica fotografía contemporánea en blanco y negro de Marco Glaviano. Situado en el corazón del resort, la sombreada terraza del restaurante ofrece vistas a la fuente del hotel, rodeada de exuberantes jardines.

Con más de 90 años en el mundo de la hostelería, que se remontan a 1931, la emblemática marca de restaurantes aporta glamour clásico y un servicio inigualable, acompañados con recetas tradicionales italianas y venecianas. Cipriani Marbella continúa la historia y la herencia de la tradición familiar de cuatro generaciones de «servir es ante todo amar», ofreciendo a los huéspedes la mejor gastronomía, estilo y servicio italiano por excelencia.

El menú a la carta de Cipriani Marbella se basa en el concepto de comida italiana sencilla hecha a la perfección. La selección de clásicos venecianos y favoritos italianos utiliza sólo los mejores y más puros ingredientes y se inspira en la historia de Giuseppe Cipriani padre.

El menú incluye platos emblemáticos del legendario Harry’s Bar de Venecia, como: Carpaccio «alla Cipriani», creado en 1950, Hígado de ternera «alla Veneziana» con polenta frita, Tagliolini al horno con jamón y Risotto «alla Primavera», para todos los gustos.

Los clientes podrán degustar una selección de cócteles clásicos además del famoso Bellini, inventado en 1948 cuando Giuseppe Cipriani se inspiró en el pintor veneciano del siglo XV Giovanni Bellini y experimentó con un puré de pequeños melocotones blancos y un poco de Prosecco.