Investigadores de la UMA miden el riesgo de incendio en el Pinsapar de la Sierra de las Nieves

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Los incendios forestales son la principal amenaza para el pinsapo, una reliquia botánica incluida entre las joyas de la flora vascular de la Península Ibérica, cuyo origen, al igual que el de otras especies de abetos endémicos de diferentes zonas alrededor del Mediterráneo, está ligado a poblaciones que quedaron aisladas en sistemas montañosos.

Investigadores de la Facultad de Ciencias de la UMA y de la Universidad de Jaén, junto con el centro INIA-CIFOR de Madrid, han analizado el riesgo de incendio en el pinsapar más grande existente en la Sierra de las Nieves –donde esta especie ocupa alrededor de 2.000 hectáreas-, ubicado en Yunquera (Málaga).

Para ello, han empleado la tecnología LIDAR (Light Detection and Ranging), un sistema de escaneo mediante láser transportado en un avión, procedente de un vuelo ejecutado por el Instituto Geográfico Nacional. Los datos LIDAR se calibraron con trabajo de campo en el que se empleó un sistema denominado ForeStereo, patentado por el INIA-CIFOR de Madrid, que permite hacer mediciones forestales a través de pares de imágenes estereoscópicas tomadas con cámaras ojo de pez.

Las simulaciones arrojaron un riesgo de incendio especialmente importante con viento de levante, debido al relieve y a la alta densidad de matorral de considerable altura que ocupa las zonas desarboladas. “Estas características, con un viento de levante en un día de verano, podría dar lugar a velocidades de propagación de fuego superiores a 50 metros por minuto”, afirma el investigador del Departamento de Botánica y Fisiología Vegetal Álvaro Cortés, quien también advierte de que, con la amenaza creciente del cambio climático, estos eventos serán más frecuentes y virulentos.

En este sentido, el equipo científico propone que se tomen medidas para controlar la posible propagación mediante, por ejemplo, la liberación de herbívoros que puedan limitar el crecimiento del matorral o el aclarado de estas zonas concretas. Además, este estudio, que ha sido publicado en la revista ‘Peerj’, apoya la necesidad de disminuir la densidad de árboles en esta zona, como ya señalaron previamente otros investigadores de la Universidad de Jaén, para frenar el proceso de mortalidad de este pinsapar.

Modelos de combustible vegetal

En el trabajo de campo se identificaron modelos de combustible vegetal que permiten prever cómo se comportará el fuego en función de la abundancia y disposición de estos materiales que actúan como combustibles presentes en el bosque.

Esta información, obtenida gracias a la herramienta UCO40 de la Universidad de Córdoba, combinada con la tecnología LIDAR y el sistema ForeStereo, permitió modelar el riesgo de incendio bajo diferentes condiciones meteorológicas.

Planes de contingencia

Las nuevas tecnologías de observación y seguimiento remoto suponen un apoyo importante a la gestión adaptativa de los bosques, ya que son capaces de detectar las áreas más sensibles para poder elaborar planes de contingencia. Entre estas tecnologías se encuentran sensores como cámaras multiespectrales, láser escáner o radares que pueden ser embarcados en drones, aviones o satélites. Dichos sensores alcanzan tal grado de precisión que pueden recoger información sobre la salud de los bosques, su estructura y grado de conservación.

“El uso de nuevas tecnologías permite una mayor comprensión del funcionamiento de los ecosistemas. Aunque en este estudio se ha analizado la vulnerabilidad de un pinsapar frente al riesgo de incendio, son numerosas las aplicaciones potenciales de estas tecnologías para la conservación de los bosques”, señala Cortés. “La metodología de este estudio puede extenderse a la totalidad de las masas de otras especies de abetos endémicos de otros lugares del Mediterráneo”, concluye.

Este estudio se ha realizado con la colaboración del Departamento de Botánica y Fisiología Vegetal de la Universidad de Málaga, el Departamento de Biología Animal, Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Jaén y el Departamento de Silvicultura y Gestión Forestal del INIA-CIFOR en Madrid.