“Granada es el primer ámbito territorial metropolitano de España de más de 500.000 habitantes con un ciclo integral del agua autosuficiente energéticamente”, así lo confirmó Rubén Ruiz, director de Operaciones de Suez España en la ponencia “Autosuficiencia energética: caso Granada” con la que se abrió la jornada centrada en Andalucía, organizada por Hidralia en el stand de Suez de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre cambio climático (COP25).
Ruiz destacó la necesidad de cambiar de paradigma en la gestión del agua, pasando de una economía lineal a una circular, donde se consiga la valorización del 100% de los residuos generados, la reutilización de toda el agua depurada y la autosuficiencia energética. Estos retos son los que la Biofactoría Sur de Granada ha conseguido en sus instalaciones que hoy día autogenera de una manera sostenible más energía de la que necesita para realizar su actividad.
Un modelo de eficiencia que Suez define como uno de los retos globales dentro de la gestión del agua en España y que es uno de los compromisos ambientales de la compañía, firmemente vinculada con la economía circular.
Conseguir una economía circular en las distintas actividades humanas fue precisamente uno de los temas principales de la mesa de debate “Efecto del cambio climático en el contexto de Andalucía”, en la que estuvieron presentes María López Sanchís, directora general de Cambio Climático de la Junta de Andalucía; Belén Crespo Sánchez-Eznarriaga, asesora del Alto Comisionado Agenda 2030 Gobierno España; Joaquín Páez Landa, presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir; Montserrat Zamorano, catedrática y directora de la Escuela Superior de Ingeniería de Caminos de la Universidad de Granada, y Gustavo Calero, director de Desarrollo Sostenible e Innovación de Hidralia.
La necesidad de establecer alianzas de colaboración entre organismos públicos y privados, las organizaciones y la sociedad civil y científica fue otro de los puntos tratados en el debate como una de las principales estrategias para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y paliar los efectos adversos del cambio climático. Así lo destacó López Sanchís, quien reiteró la necesidad de apostar por el Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU número 17: “Alianzas”, ya que es necesario el trabajo conjunto de todos para conseguir afrontar los efectos del clima.
En este sentido, destacó la creación de la Red Andaluza contra el Cambio Climático (REDAC) que aúna al mundo empresarial, institucional y social, con el objetivo de concienciar y sensibilizar sobre los problemas derivados del cambio climático, promoviendo la actuación y concienciación en red en materia de Mitigación y Adaptación. Una plataforma (https://redac.es/) que, con tan solo un año de vida, ha conseguido más de 500 adhesiones y que pretende convertirse en el punto de referencia andaluz en la lucha contra esta situación climática.
Siguiendo en la misma línea, Belén Crespo apostó por la trasversalidad de la Agenda 2030 y la importancia de “actuar como conector” entre administraciones y entidades públicas y privadas. Por su parte, Páez Landa, quien también abogó por la necesaria colaboración entre administraciones, destacó que es ahora el momento de actuar, ya que los fenómenos climáticos extremos son cotidianos y “como tales, debemos tenerlo en mente para la planificación del recurso”.
Una de las consecuencias más adversas del cambio climático en Andalucía se centra en el sector del agua. Una zona hídricamente vulnerable, sometida a unos periodos cada vez más largos de escasez de agua y a inclemencias meteorológicas extremas que provocan la urgente necesidad de establecer medidas para paliar los efectos del clima en la población y en la economía de la región, basada en gran parte en la agricultura y el turismo. Una población, como destacó Matilde Mancha, directora general de Hidralia, que se ha multiplicado exponencialmente en los últimos 20 años y que de una u otra forma depende del clima: “Estamos llegando a una situación no sostenible”, por ello, destacó que desde Suez “queremos ser el socio tecnológico que permita hacer las ciudades más resilientes a través de la innovación y la transformación digital, adelantándonos a los efectos de la crisis climática y dando respuesta a los ciudadanos”.
La única solución posible es afrontar de forma conjunta -impulsando alianzas entre todos los actores implicados- esta problemática con una gestión eficiente y sostenible del recurso, aplicando la tecnología más innovadora, renovando las infraestructuras existentes y abordando una transformación digital de los procesos de gestión, señalaron los presentes en la segunda mesa de debate. Jaime Palop Piqueras, consejero delegado de Emasesa; Pedro Rodríguez, presidente de la Asociación de Abastecimiento y Saneamiento de Andalucía; Pedro Parias, presidente de la Asociación de Regantes de Andalucía; Bartolomé Andreo, catedrático y director del Centro de Hidrogeología de la Universidad de Málaga, y Matilde Mancha, abordaron desde sus respectivos puntos de vista (administración, empresa, usuarios y ciencia) cómo afrontar estos retos climáticos que inciden directamente en la población.
La inversión para la renovación de las infraestructuras hidráulicas fue un punto común de todos los presentes en la mensa como necesidad urgente para conseguir la sostenibilidad y el mantenimiento de un servicio de calidad para los ciudadanos. “Es el momento para abordar esta problemática, es responsabilidad de los actores que gestionan el agua dar a conocer este la necesidad de renovación e inversión de unas infraestructuras que se están quedando obsoletas.” Pedro Rodríguez, por su parte, abogó por la concienciación e información ciudadana, para conseguir involucrarlos en la solución de este problema.