La Diputación de Málaga presenta mañana viernes, 17 de febrero, el libro ‘Rapaces diurnas de la provincia de Málaga’, un trabajo coral en el que han colaborado 15 ornitólogos malagueños. La publicación, una iniciativa del programa Birding Málaga del ente provincial, ha sido ilustrada con imágenes cedidas por reconocidos fotógrafos de naturaleza y es la novena publicación de la institución provincial dedicada a esta temática.
El acto de presentación del libro tendrá lugar a las 19:00 en la sala Canillas de Albaida de La Térmica. A continuación se acompañará de la conferencia ‘Rapaces de los medios esteparios de la provincia de Málaga’ impartida por el biólogo Matías de las Heras Carmona.
El vicepresidente cuarto y diputado de Medio Ambiente, Cristóbal Ortega, ha explicado que “vivimos en un territorio rico en rapaces, donde se distribuyen 26 especies de forma habitual y seis de forma esporádica u ocasional. Esto supone un 84% (considerando sólo las habituales) de todas las rapaces que pueden verse en la Península Ibérica, lo que da una idea de la relevancia del enclave malagueño con estas aves”.
“El elevado número de rapaces que podemos observar en Málaga- añade Ortega- se explica por la gran diversidad de hábitats y heterogeneidad ambiental que presenta nuestra provincia, lo que favorece la diversidad de casi cualquier grupo animal”.
El territorio provincial, por su carácter montañoso, resulta especialmente favorable para las rapaces rupícolas, como el águila real y la perdicera. Esta última es especialmente frecuente debido a la bondad térmica de las sierras costeras. Las rapaces forestales también son abundantes en los bosques de Cortes de la Frontera, el Valle del Genal y la Serranía de Ronda, así como en los Montes de Málaga, donde se pueden observar águilas calzadas, gavilanes o azores.
Campiñas e interfases forestales son un buen lugar para la observación de rapaces ratoneras, cernícalos y águilas culebreras. Los humedales costeros, desembocaduras de grandes ríos y lagunas de interior acogen aguiluchos laguneros y alguna que otra águila pescadora.
Incluso en los ambientes urbanos malagueños podemos observar rapaces, ya que acogen con éxito a varias parejas de halcón peregrino, cernícalos vulgares y colonias de primilla en algún que otro edificio histórico. La observación de águilas calzadas y culebreras es cada vez más frecuente en los pueblos y poco a poco en las grandes ciudades. El gavilán está presente también en varios parques urbanos. El milano negro es un habitual de las plantas de residuos y vertederos de Antequera, Málaga capital y Casares. También hay presencia de buitres sobrevolando Casares o Ronda.
Aves migratorias
Málaga es también un punto importante para la observación de rapaces en paso migratorio por su cercanía al estrecho de Gibraltar. El mirador de las Águilas en sierra Alpujata (Mijas), Cerro Gordo (Coín), Monte Mayor (Benahavís), Sierra Canucha (Ojén), Sierra Crestellina (Casares) y otros muchos puntos cercanos al extremo occidental permiten disfrutar de grandes bandos de abejeros, milanos y ratoneros en paso postnupcial, entre otras especies.
Y no conviene olvidar que la situación geográfica de Málaga coloca la provincia en la ruta de muchas especies divagantes o cuyos juveniles realizan sus vuelos de explotación y dispersión. Es el caso de las águilas imperiales, de los quebrantahuesos jóvenes y de los buitres negros que de vez en cuando se dejan ver por sierra Bermeja o aparecen ocasionalmente alimentándose en muladares de la Serranía de Ronda.
Así pues, la oferta de lugares de observación de rapaces en la provincia es amplia. Prácticamente cualquier punto de la red de espacios naturales protegidos, cualquier pequeña sierra o pueblo, río o humedal de la provincia es un lugar de observación. Dependiendo de lo que se quiera observar quizás sea mejor ir a una zona u otra, pero Málaga es una provincia para disfrutar de las rapaces.