Manuel Cardeña, elegido presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental

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Manuel Cardeña Gómez, el candidato propuesto por el Partido Popular, ha resultado elegido presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental al haber obtenido el voto favorable de la mayoría de los miembros de la Asamblea, que se ha reunido hoy en sesión constituyente.

Así, con doce votos a favor (once de los delegados del PP y uno de Compromiso Manilva), nueve abstenciones (los de los seis representantes del PSOE y los tres de IU) y un voto en contra (el representante de Por Mi Pueblo), Cardeña es desde hoy el nuevo presidente del ente mancomunado.

En su discurso de investidura, que comenzó con agradecimientos a sus antecesores en el cargo, a la alcaldesa de Marbella y a su familia directa, su padre y su hija, el nuevo presidente afirmó que lo será “de todos, trabajar por la Costa del Sol y sus municipios en general, con esfuerzo y empeño”.

Manuel Cardeña ha mostrado en su discurso preocupación por la etapa de sequía y ha fijado como eje de su mandato la racionalización del agua. Para ello ha recordado las importantes obras que desde la empresa pública ACOSOL, dependiente de la Mancomunidad, se están llevando a cabo en colaboración con la Junta de Andalucía, “que serán un seguro de vida para los habitantes de la comarca”.

También se ha referido a su intención de convertir a la Mancomunidad “en eje político de la comarca, en el banco de pruebas para abordar sus problemas estructurales, sociales, económicos… Hemos de gobernar, pero también proponer; administrar, pero también incentivar; gestionar, pero también imaginar”.

El recién elegido presidente concluyó afirmando que “una Mancomunidad es una unión basada en la conveniencia, en la eficacia, en la mejora de servicios y, sobre todo, y esto es muy importante, en la voluntariedad. Ningún ayuntamiento se ve obligado por la ley a entrar en una Mancomunidad, de modo que cuando lo hace es porque tiene la certeza de que le conviene, de que a sus ciudadanos les interesa porque obtendrán más servicios, serán de mayor calidad y además serán más baratos. Ese es el camino que debe seguir una administración pública moderna, comprometida con su tiempo, con su territorio y con sus ciudadanos. Y ese modelo de gestión solo puede ser abordado desde un modelo político en el que la gestión racional de lo público sea la piedra angular sobre la que descanse cualquier actuación. De esa manera salen ganando quienes siempre tienen que salir ganando, los ciudadanos, aunque ello nos obligue a los políticos, como servidores públicos, a un constante esfuerzo”.