El calentamiento global ya es responsable de una de cada tres muertes relacionadas con el calor

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Un estudio internacional con participación de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) muestra por primera vez la contribución real del cambio climático provocado por el hombre en el aumento de los riesgos de mortalidad debido al calor. Entre 1991 y 2018 más de un tercio de todas las muertes en las que influyó el calor fueron atribuibles al calentamiento global. El estudio, el más amplio de este tipo hasta la fecha, ha utilizado datos de 732 ciudades en 43 países de todo el mundo. Los resultados se han publicado en el último número de la revista Nature Climate Change.

El calentamiento global está afectando a la salud humana de varias maneras, y una de ellas es el aumento de la mortalidad y la morbilidad asociadas con el calor. Las condiciones climáticas futuras predicen un aumento sustancial de las temperaturas medias y la aparición de fenómenos extremos como olas de calor, lo que conducirá a un aumento de la carga sanitaria relacionada. Sin embargo, hasta ahora, ningún estudio ha evaluado si este impacto ya se ha producido en las últimas décadas y en qué medida.

Este estudio internacional, coordinado por la Universidad de Berna (Suiza), la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Reino Unido) con la participación del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), muestra que el 37% de las muertes relacionadas con el calor entre 1991 y 2018 se pueden atribuir a cambios en el clima relacionados con las actividades humanas.

“España es uno de los países del sur de Europa donde más calentamiento se ha observado. En términos relativos y durante el periodo estudiado, España tuvo un 30% de muertes relacionadas con el calor atribuidas al cambio climático inducido por el ser humano”, indica el investigador del CSIC y autor del estudio Aurelio Tobías. “El número de muertes por calor relacionado con el cambio climático es de 704 por año en el período de verano en las capitales de provincia de España, en concreto, 177 en Madrid, 94 en Barcelona y 39 en Sevilla”, especifica Tobías.

Cuanto más calentamiento global, más muertes

La investigación epidemiológica puso el foco en el calentamiento global provocado por el ser humano, en un estudio denominado de «detección y atribución» ya que identifica y atribuye los fenómenos observados a cambios en el clima y el tiempo. Específicamente, los investigadores examinaron las condiciones climáticas pasadas proyectadas en escenarios con y sin emisiones antropogénicas, por lo que pudieron separar el calentamiento y el impacto en la salud relacionado con la actividad humana de las tendencias naturales.

«Prevemos que la proporción de muertes relacionadas con el calor continúe creciendo si no hacemos algo para parar el cambio climático o no nos adaptamos», indica Ana M. Vicedo-Cabrera, investigadora de la Universidad de Berna (Suiza) y primera autora del estudio. «Hasta ahora, la temperatura global media solo ha aumentado alrededor de un grado centígrado, que es una fracción de lo que podríamos enfrentar si las emisiones continúan aumentando sin control».

Aunque en promedio más de un tercio de las muertes relacionadas con el calor se deben al cambio climático inducido por el hombre, el impacto varía sustancialmente entre regiones, desde unas pocas docenas hasta varios cientos de muertes cada año, según los cambios locales del clima y la vulnerabilidad de su población. Curiosamente, las poblaciones que viven en países de ingresos bajos y medianos, que son responsables de una pequeña parte de las emisiones antropogénicas en el pasado, son las más afectadas, con una proporción de mortalidad más alta en América Central y Sur, y Sur-Este de Asia.

“Este es el mayor estudio de detección y atribución sobre los riesgos actuales del cambio climático para la salud”, dice Antonio Gasparrini, autor principal del artículo. “El mensaje es claro: el cambio climático no solo tendrá impactos devastadores en el futuro, sino que ya estamos experimentando las nefastas consecuencias de las actividades humanas en nuestro planeta”, advierte este investigador.