Las direcciones generales de Consumo y de Comercio de la Junta de Andalucía están desarrollando, como cada año, una campaña de inspección con el objetivo de comprobar el cumplimiento de la normativa en los comercios que publicitan la venta en el periodo de rebajas de verano.
Ambas direcciones realizará más de 800 actuaciones de control en esta temporada, que se suman a las que ya se realizaron en el periodo de rebajas de invierno, sumando un total de casi 1.400 controles a lo largo del año. Estos controles se realizan por parte del personal inspector de Comercio y Consumo de las Consejerías de Empleo, Empresa y Comercio y Salud.
Durante los controles se verifica, entre otros aspectos, que los productos rebajados son los mismos que estaban a la venta un mes antes del inicio de las rebajas, así como que realmente se ha producido una disminución en el precio de venta al público. Asimismo, se comprueba la claridad en la información sobre los precios, con indicación del precio habitual y del rebajado, así como que los artículos rebajados se encuentran en perfectas condiciones de calidad. También se verifica que se mantienen los mismos derechos para las personas consumidoras que fuera del periodo de rebajas, por ejemplo, en cuanto a los medios de pago aceptados por el establecimiento o a la política de devoluciones.
Por su parte, Comercio realiza sus controles en dos fases, la primera con visitas informativas que tienen por objeto concienciar a los comerciantes de los requisitos legales derivados de la práctica del comercio interior, de manera que tengan un pleno conocimiento de los mismos que les permita el desarrollo óptimo de su actividad. Si se observara algún incumplimiento de la normativa vigente sobre ventas promocionales, la Inspección Comercial requiere a las personas titulares de los establecimientos comerciales o a las personas empleadas en los mismos para que subsanen los defectos detectados. En la segunda fase, se visitan los establecimientos que hayan sido objeto de la visita informativa previa, y el objetivo es inspeccionar las condiciones de las ofertas, duración de las mismas y verificar el cumplimiento de los requisitos que la ley establece para la venta en rebajas.
En la campaña de inspección de rebajas realizada por la Dirección General de Consumo desde finales de 2017 hasta la mitad de 2018, se han llevado a cabo 662 actuaciones inspectoras. En total, se han visitado 512 comercios en Andalucía, y se han levantado 23 actas positivas, lo que supone un 3,4% del total.
Entre las principales irregularidades detectadas, se encuentran el no indicar la fecha de comienzo y fin del periodo de ventas en rebajas, así como no exhibir, junto al precio habitual de los productos, el precio rebajado, sin superponerlo, y no facilitar información suficiente y clara sobre las condiciones y características de las ofertas en lo que se refiere a las devoluciones de artículos adquiridos en épocas de rebajas.
Recomendaciones para la compra en rebajas
Desde la Dirección General de Consumo se recuerda a la ciudadanía que durante las rebajas cuentan con los mismos derechos que fuera de este periodo, y que los comercios que anuncian rebajas deben mantener las mismas condiciones que el resto del año, como aceptar el pago con tarjeta o facilitar la devolución del producto si así lo vienen haciendo con anterioridad.
En este sentido, se debe tener en cuenta que, salvo que el producto tenga un desperfecto o deterioro, la empresa no está obligada a devolver el dinero, y que si aceptase voluntariamente las devoluciones aunque el producto no sea defectuoso habrá que atender a las modalidades ofrecidas para ello, pudiendo, en este caso, optarse por otras formas de restitución como ofrecer un vale por el importe del producto que ha sido devuelto.
Los establecimientos que anuncien este tipo de venta están obligados a tener rebajados al menos la mitad de los artículos dispuestos para su venta y disponer de existencias durante el periodo anunciado. Las rebajas no podrán afectar a productos deteriorados, artículos adquiridos con esta finalidad, ni artículos que no estuvieran dispuestos en el establecimiento para la venta con un mes de antelación a la fecha de inicio del periodo de rebajas.
Además, en el interior del establecimiento deben diferenciarse claramente los artículos rebajados de los que no lo están. Para informar sobre el ahorro que se obtiene, el establecimiento tiene obligación de anunciar en cada producto rebajado, junto al precio habitual, y sin superponerlo, el precio rebajado.
Por otra parte, la Junta recomienda planificar las compras, para adquirir únicamente lo que realmente se necesita, sin dejarse llevar por las compras compulsivas. Asimismo, conviene fijar previamente un presupuesto al que ceñirse a la hora de hacer las compras, y comparar precios y calidades de un mismo producto en diferentes establecimientos para conseguir la mejor oferta.
Si se opta por realizar las compras por Internet, se deben tener en cuenta una serie de precauciones para evitar riesgos de seguridad. En primer lugar, es conveniente elegir páginas seguras para realizar las compras, para lo que se debe comprobar que en la dirección aparece ‘https’ en lugar del ‘http’ habitual, o que aparece en la pantalla un candado cerrado o una llave entera, que son indicadores de que el sitio web utiliza tecnología especial para proteger los números de las tarjetas de crédito, así como la información transmitida.
Igualmente, en las compras por Internet es recomendable asegurarse de poder identificar de forma adecuada a la empresa responsable de la página web o proveedora, a través de su nombre, domicilio y NIF, así como leer con detenimiento los apartados que hacen referencia al aviso legal y a los términos y condiciones de la venta.
Además, es importante destacar que en esta modalidad de compra existe el derecho de desistimiento, que permite, con carácter general, cancelar el contrato durante un plazo mínimo de 14 días naturales desde la fecha de recepción del producto, sin tener que alegar motivo alguno.
Asimismo, desde Consumo se aconseja pedir y conservar siempre el justificante o la factura de compra, ya que es necesario para realizar cualquier reclamación o devolución relacionada con el producto.