Con la llegada del nuevo año escolar el gasto de las familias españolas se dispara. Desde la ropa y el calzado, los útiles escolares y el transporte y la alimentación, todos tratan de encontrar lo mejor para sus hijos a un precio razonable, especialmente en el actual contexto de crisis económica. Desde la asociación ASGECO proponen una serie de consejos:
1. Comprobar si aún se tienen útiles, ropa o libros de textos de años anteriores, o de familiares o amigos, en buen estado de conservación para utilizarse en el nuevo curso.
2. Con eso se debe elaborar una lista de los productos que se vayan a necesitar, para no dejarse llevar por las ofertas que fomentan el despilfarro y el consumo masivo, y se aconseja ser cuidadoso con el uso de tarjetas de crédito, pagos aplazados u otras ofertas de financiación.
3. Hacer partícipes en la medida de lo posible a los jóvenes a partir de la adolescencia en la elaboración de la lista de productos necesarios y en la gestión del presupuesto acordado, para fomentar la compra responsable y contrarrestar la influencia de la publicidad de afán consumista.
4. ASGECO destaca tres criterios fundamentales para las compras destinadas al público infantil: que tengan una buena relación calidad-precio, que sean resistentes y que cumplan con la función para la que han sido adquiridos.
5. Asimismo, aconsejamos la compra de productos realizados con materiales reciclados o reciclables, o también de segunda mano, de cara a reducir nuestra huella ecológica y fomentar criterios de sostenibilidad medioambiental desde la más temprana edad.
6. ASGECO recuerda a los consumidores que deben conservar los documentos acreditativos habituales (ticket, facturas de compra, etc.) para efectuar las reclamaciones necesarias en caso de devoluciones o artículos defectuosos.
7. Igualmente, recomendamos a las familias a que se adhieran y fomenten las iniciativas fundamentadas en el intercambio y la reutilización de libros de texto que se llevan a cabo en varias comunidades autónomas.
8. Además, deberán informarse sobre las ayudas que, a pesar de los recortes, algunas administraciones públicas siguen concediendo, como aquellas en forma de becas para libros de texto, transporte o comedores escolares.