El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha asegurado que el plan de reestructuración del gasto que va a poner en marcha el Ejecutivo autonómico no va a repercutir en las políticas sociales ni en las inversiones que se destinan a las corporaciones locales. Durante su intervención en la sesión de control en el Parlamento, Griñán ha confirmado que la comunidad se sumará al plan de ajuste del Gobierno central sin que ello suponga una merma en las partidas de índole social.
"Andalucía va a integrarse en el esfuerzo de consolidación fiscal", ha destacado el presidente, que ha recordado que el objetivo de la Junta es presentar su plan de reestructuración en el Parlamento, para que se debata en la cámara antes de elevarlo al Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Las actuaciones que va a acometer la comunidad para retomar una senda de estabilidad presupuestaria no afectarán, en sus palabras, "a la dependencia ni a ninguna partida del gasto social", aunque sí ha precisado que incluirán la reducción de remuneraciones del personal de "todo el sector público" y una reestructuración del sector público empresarial, junto a un bloque de medidas dirigidas a la reducción del gasto farmacéutico y una reprogramación de la inversión pública, entre otras.
Además, ha declarado que Andalucía es la comunidad que más gasta en la aplicación de la Ley de Dependencia, la que tiene más dependientes reconocidos en el conjunto del Estado, la cobertura más alta del desempleo o un gasto en sanidad por encima del crecimiento del PIB. Igualmente, ha señalado que el fondo de nivelación de los ayuntamientos se incrementará este año en un 25% y se triplicará para 2014.
El dirigente autonómico ha señalado que las medidas diseñadas a nivel nacional para acelerar la reducción del déficit público son "responsables, razonables e imprescindibles" para consolidar la recuperación económica, en la línea de las que van adoptar el resto de países de la Zona Euro.
Así, ha recordado que, tras recurrir al déficit público como instrumento para hacer frente a la crisis, se acordó que los países más desarrollados moderaran esta tendencia en el momento en que se atisbaran indicios de recuperación. Esto permitirá alcanzar, ha precisado, el déficit máximo del 3% del PIB establecido para el año 2013. Se trata, ha destacado, de "una senda de estabilidad paulatina", como lo demuestra el hecho de que el punto de partida se situara en un superávit del 2% en 2007. "Vamos a mantener una política de demanda y de estímulo fiscal, pero reduciendo el déficit", ha matizado.
El presidente de la Junta ha recordado que existen indicadores positivos que apuntan a la recuperación económica, y ha defendido la importancia de realizar ajustes para fortalecer el crecimiento económico y facilitar la creación de empleo. Asimismo, ha apuntado que Andalucía fue la primera comunidad en adoptar medidas contra la crisis, y ha abogado por seguir la línea del programa Andalucía Sostenible, con políticas que fomenten un cambio en el modelo productivo y el crecimiento económico.