El Hospital Costa del Sol ha incorporado un nuevo TC y un equipo de radiología convencional digital de última generación

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El Hospital Costa del Sol ha incorporado a su servicio de Radiodiagnóstico un nuevo TC (tomografía computorizada) y un equipo de radiología convencional digital, ambos de última generación. El nuevo escáner (o TC) que renueva y actualiza al previo, también de gama alta, ofrece una calidad de imagen muy superior y con menor dosis de radiación para los pacientes. Además, también mejora otros aspectos importantes como el incremento de la velocidad de adquisición de las imágenes y la optimización del uso de contrastes venosos. Por su parte, el equipo de radiología convencional digital incorpora nuevas prestaciones muy necesarias para esta época de pandemia.

Con un presupuesto de 235.890 euros (incluye actualización equipo TC y obras de habilitación del espacio) éste se ha instalado en la misma sala que el anterior en el área de Radiodiagnóstico y, para ello, sólo ha sido necesaria la realización de una obra menor, puesto que el nuevo equipo es similar en dimensiones y peso al previo. De hecho, sólo se ha llevado a cabo un pequeño reacondicionamiento, especialmente, en temas secundarios, como la climatización o la instalación eléctrica. Esta inversión se incluye dentro de las formas más innovadoras de inversión, que se adaptan a las necesidades concretas de cada situación de forma que se ha gestionado como una actualización del equipo anterior, lo que optimiza costes.

Los TC disponen de detectores o coronas, que indican la extensión del detector de rayos X del equipo. Cuanto más amplio es el detector, más información se recoge cada vez que el tubo de rayos da una vuelta alrededor del paciente. En este caso, se ha pasado de un equipo de 64 coronas a otro de 128 coronas, con una amplitud total del detector similar. La electrónica ha mejorado también de forma muy importante, así como la calidad de los detectores y la gestión de la radiación.

La formación específica del nuevo equipo de los profesionales de esta área tanto del personal técnico como de los radiólogos se llevó a cabo en cascada para adaptarse a las restricciones impuestas de movilidad, no obstante, se realizó en un corto espacio de tiempo teniendo en cuenta, además, las características similares con el TC anterior.

El nuevo equipo sí supone un cambio importante en lo que se refiere a eficiencia, tanto energética como en radiaciones ionizantes. Así, la maquinaria (generador de equipo eléctrico) es menor y, por tanto, el consumo eléctrico más reducido. Globalmente, se trata de un equipo con menor impacto ambiental.

Sala de radiología convencional

Por su parte, el equipo de radiología convencional digital es también de última generación y sustituye a una de las salas, incorporando tecnología muy avanzada y con prestaciones muy necesarias en esta época de pandemia por COVID-19.

El equipamiento se ha adquirido dentro de las ayudas globales por la pandemia COVID-19, con un presupuesto 211.445 euros. La obra ha sido menor, ya que previamente, este espacio ya contaba con un equipo de radiología convencional.

Se trata de una sala robotizada y con unos detectores digitales que tienen la mayor resolución del mercado. Uno de los puntos diferenciales de este equipo es que dispone de la llamada ‘tomosíntesis’ que consiste, básicamente, en realizar radiografías que no adquieren todo el volumen, sino sólo una zona, a una profundidad determinada, de forma que se generan imágenes diferentes para cada profundidad.

En esencia, es una forma de tomografía, similar a la de la tomografía computerizada o TC. Sin embargo, en la TC el tubo gira alrededor del cuerpo y en la tomosíntesis, éste angula de forma coordinada con el detector, pero sin desplazarse. Las imágenes son similares a las de una radiografía convencional, pero sólo de la zona que se estudia. Esto supone un avance muy importante, ya que permite estudiar zonas que son de difícil valoración en la radiografía simple por estar ocultas por otra estructura, como puede ser cuando existe una sospecha de neumonía detrás del corazón.

En los casos de sospecha de COVID-19 el que se detecte un pequeño infiltrado o neumonía puede cambiar totalmente el manejo del paciente. Con la tomosíntesis, en la misma sala de radiología convencional, se puede adquirir esta imagen especial, con una dosis de radiación mínima y en muy pocos minutos. La experiencia adquirida en otros centros que disponen de esta tecnología es muy positiva y se está observando que es una gran ayuda en los casos con sospecha de infección COVID-19. Pero, además, también puede usarse en otras patologías, como sospechas de fracturas óseas que no se detectan en la radiografía simple.

La sala se ha puesto en marcha en diciembre de 2020 y ha supuesto también una mejora importante puesto que permite que los flujos de pacientes sean mucho más dinámicos, especialmente ahora que hay que se disponen de circuitos independientes para pacientes con sospecha de infección COVID-19.

El nuevo equipo presenta, además, los últimos avances en eficiencia energética.