El presidente andaluz, José Antonio Griñán, ha avanzado la supresión de 110 de las 255 empresas o entidades públicas que forman parte de la Junta, un proceso que podrá efectuarse "por absorción, transformación, fusión o extinción". Durante su intervención en el Debate sobre el Estado de la Comunidad, el responsable autonómico ha aclarado que la supresión afectará prácticamente a la mitad de las empresas públicas, aunque ha matizado que de ello se excluyen entidades que figuran en el inventario del Ministerio de Economía y Hacienda pero que no se pueden considerar como tales, entre las que ha citado a las diez universidades andaluzas, la Agencia Tributaria o los 51 consorcios municipales de transportes o saneamiento. Esta medida de reestructuración no sólo persigue, ha indicado, "suprimir o reducir el número", sino también "mejorar su estructura territorial y su gobierno".
En este sentido, el presidente ha sostenido que la reestructuración del sector público se plantea desde la eficiencia, por lo que no se trata de una mera medida de ajuste, sino de optimizar el funcionamiento atendiendo al capital humano y material de la Administración. Ésta es una de las líneas incluidas en el plan de ajuste del Gobierno andaluz para avanzar en el objetivo de estabilidad presupuestaria, a través de medidas tributarias, la reducción del gasto público y el impulso a la actividad económica.
El presidente ha señalado que se acometerá también una simplificación de la estructura periférica de la Junta, lo que implica una concentración de sedes que no supondrá una disminución de la presencia institucional en el territorio, sino un menor coste mediante la unificación de servicios comunes.
Igualmente, ha adelantado que se reformará la Ley de Administración de la Junta de Andalucía, para modificar su esquema organizativo, adaptando "tipología, organización y funcionamiento" de las entidades a la finalidad para la que se constituyeron.