Cada vez son más las personas que dejan de trabajar en el sector agrario: 825 en julio y 27.372 en un año

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El 50,1% de la población agrícola parada se concentra en Andalucía, en total 74.012, permaneciendo prácticamente invariable respecto al mes de junio, en el que había 647 personas menos registradas (un 0,88% más hay en julio ), si bien en términos interanuales se produce una reducción del 9,7%, que son casi ocho mil personas menos. Pese a esta evolución favorable en el conjunto y en términos anuales, durante el último mes el paro agrario creció significativamente en Cádiz (8%), Córdoba (5%) y Sevilla (3,3%).

El País Valencià es la segunda comunidad en importancia, según el paro agrario que concentra del total español, al acumular el 8,4% (12.467 personas). En su caso, se verifica una reducción del 3,09% en el número de personas paradas registradas en el sector agrario, lo que significa 398 menos. En cómputo anual, la reducción es del 25,5%, 4.258 personas menos.

También registraron incrementos mensuales significativos en el paro agrario las comunidades de Aragón (9%, 255 personas más hasta alcanzar las 3.060), La Rioja (8,7%, hasta llegar a las 1.528, 122 personas más que en junio), Extremadura (6% hasta alcanzar las 8.640, 486 más que hace un mes), Castilla-La Mancha (3%, 314 personas más que en junio, lo que hace un total de 10.778).

Por el contrario, se redujo de forma importante en Asturias (5,87%), Euskadi (5,25%), Cantabria (5%), Galicia (4%) y Canarias (2.8%).

De entre la población desempleada agrícola, 38.256 personas son de nacionalidad extranjera, 8.854 menos que hace doce meses (un 18,8% menos). En torno al 40% son de la Unión Europea y el resto procede de terceros países.

192.636 personas demandan empleo y no están ocupadas en el sector agrario, lo que supone una reducción del 14,99% respecto al mismo mes del año anterior (33.980 menos).

A partir de ahora, habrá que ver cómo afectan las campañas de recolección de melón y sandía y la inminente vendimia que, en 15 días, se generalizará por todo el país. Debería producirse una evolución favorable en nuevas contrataciones con más estabilidad, apostando por el contrato fijo discontinuo.