En los últimos treinta años, las privatizaciones y liberalizaciones trampa de sectores como la gasolina, la luz, el gas y las telecomunicaciones han tenido como consecuencia descomunales subidas de precios y la proliferación de fraudes masivos ante los que los gobiernos no actúan. Así lo denuncia el periodista y portavoz de FACUA-Consumidores en Acción, Rubén Sánchez, en el primer capítulo de su nuevo libro, Timocracia, que ha presentado este miércoles 21 de octubre en rueda de prensa.
Editado por FACUA y su Fundación, el libro puede descargarse gratis y por entregas en la web Timocracia.com. Con su particular sentido del humor, Sánchez hará un recorrido por «300 trampas con las que empresas y gobiernos nos toman el pelo a los consumidores», como adelanta la portada de Timocracia. La obra sale en castellano y en inglés (bajo el título Scamocracy).
«Las que en los años 80 eran nuestras principales empresas públicas han pasado a manos de bancos, fondos de inversión, gobiernos extranjeros…», denuncia el portavoz de FACUA en las primeras páginas del libro. «En sus consejos de administración se sientan muchos de los que antes eran ministros. Y las dos grandes compañías energéticas han tenido a sueldo a los presidentes que iniciaron las privatizaciones y desregulaciones: Felipe González (PSOE, Gas Natural Fenosa, cuyos principales accionistas son La Caixa y Repsol) y José María Aznar (PP, Endesa, bajo el control del Gobierno de Italia)».
«Estas puertas giratorias», denuncia Sánchez, «suponen para muchos políticos un pago en diferido por los servicios prestados cuando ejercían el poder -o más bien cuando eran las marionetas de quienes realmente lo tienen».
En treinta años, el Índice de Precios al Consumo (IPC) ha subido un 187% -dato relativo al intervalo entre enero de 1985 y enero de 2015-, un porcentaje en el que evidentemente han tenido un importante peso los sectores objeto de las privatizaciones y liberalizaciones trampa. Por su parte, el salario medio de los españoles en estas tres décadas ha crecido sólo un 131%, cincuenta y seis puntos menos, pasando de 817 a 1.891 euros mensuales (el último dato del INE corresponde a 2013).
En el primer capítulo de Timocracia, el portavoz de FACUA utiliza devela cuánto han subido en los últimos treinta años los precios de cinco sectores liberalizados, utilizando como hilo conductor el viaje que hace Michael J. Fox en la máquina del tiempo en la película Regreso al futuro y cuya llegada a 2015 se produce precisamente el 21 de octubre.
1. Luz
En octubre de 1985, el usuario medio pagaba por la luz 25,41 euros al mes. En 1995, por el mismo consumo que diez años antes se pagaban 49,53 euros al mes, un 95% más.
Durante los gobiernos de Aznar la luz bajó un 11%. Desde que alcanzó el poder hasta 2001 bajó las tarifas eléctricas cinco veces -entonces se actualizaban anualmente-, el año después las mantuvo congeladas y los dos siguientes aprobó pequeñas subidas prácticamente imperceptibles para los consumidores.
«La utilizada por el primer presidente del PP fue la fórmula perfecta cuando se quiere convencer a los ciudadanos de las ventajas que tiene malvender las empresas públicas y liberalizar -o más bien desregular- sectores estratégicos para la economía de un país», advierte Rubén Sánchez en Timocracia. «Aznar aplicó bajadas en la electricidad porque impuso a las compañías que durante los primeros años de la liberalización tendrían que cortarse un poco al fijar los precios a cambio de indemnizarles con 12.000 millones de euros por los supuestos costes que les supondría su transición a la competencia -los denominados CTCs-. Indemnización -más bien regalo- que después se demostró que estuvo hinchada en al menos 3.600 millones de euros, pero que los siguientes gobiernos rehusaron reclamar a las eléctricas que devolvieran».
Las políticas de Aznar provocaron que su sucesor, Zapatero, heredase un enorme déficit de tarifa que nunca quiso cuestionar y optó por no realizar la necesaria auditoría a las energéticas para evaluar cuáles eran los costes reales de la generación eléctrica, con lo que las tarifas subieron enormemente durante sus dos legislaturas. «Así que los consumidores hemos tenido que indemnizar a las grandes eléctricas con decenas de miles de millones de euros porque había que creerse lo carísimo que les estaba suponiendo producir la energía y la estábamos pagando demasiado barata», continúa Sanchez. Además, «Zapatero tampoco quiso reclamar al oligopoly eléctrico que nos devolviera los miles de millones que les pagamos de más por los costes de transición a la competencia. Y tras ZP, Rajoy haría como que la cosa tampoco no iba con él».
En 2005, el usuario medio pagaba 44,88 euros al mes por su recibo de la luz, un 9% menos que en 1995. Hoy, si tomamos como referencia la media de los precios aplicados durante los primeros nueve meses de 2015 el usuario medio pagó 76,97 euros al mes. Al echar la vista atrás diez años, la subida ha sido del 72%. En veinte años, del 55%, y en tres décadas, del 203%.
2. Butano
La bombona de butano de 12,5 kilogramos estaba en 5,29 euros en 1985. En octubre de 1995 costaba 5,93 euros; en diez años había subido sólo un 12%. En el mes octubre de 2005, la bombona superó por primera vez la barrera de los 10 euros: pasó a costar 10,29, un 74% más que una década atrás.
El butano batió todos sus records en mayo de 2013, cuando el Gobierno fijó el precio en 17,50 euros -más del triple que tres décadas atrás-, que mantuvo durante veintidós meses. La subida con respecto a 1985 representaba nada menos que el 231%. Pero durante 2015, que casualmente es año electoral, la bombona ha bajado cuatro veces. En octubre cuesta 12,76 euros, un 25% por encima del precio de hace diez años y un 141% más que hace tres décadas.
3. Gas natural
En el gas natural, el incremento ha sido considerable, pero no ha llegado ni de lejos al del butano y ni que decir tiene si lo comparamos con el de la luz o, como veremos después, los de los combustibles de automoción.
El consumidor medio pagaba en 1985 24,85 euros al mes. En 1995, su factura mensual era de 30,85 euros, un 24% más que diez años antes.
Una vez que las tarifas máximas dejaron de aprobarse cada año y el Gobierno pasó a hacerlo en intervalos más reducidos, si seguimos tomando como referencia el 21 de octubre como día para compararlas, en esa fecha en 2005 el usuario medio pagaba 37,05 euros mensuales, un 20% más que una década atrás.
En octubre de 2015, la factura del usuario medio es de 52,36 euros al mes. La subida en tres décadas asciende al 111%.
4. Teléfonía fija
En 1985, la cuota mensual por tener una línea con la Compañía Telefónica Nacional de España era de 6,01 euros. Las llamadas no se tarificaban por segundos, sino por pasos. Cada paso costaba 2 céntimos, y duraba entre 4 y 26 segundos en función de la distancia a la que estuviese la línea a la que se llamase, la hora del día y que fuese o no laborable. Si traducimos lo que costaban los pasos a las tarifas por minuto que utilizamos en la actualidad para comparar ofertas telefónicas, los precios de hace treinta años serían de entre 5 y 30 céntimos por minuto. En cuanto al establecimiento de cada comunicación, suponía 6 o 8 céntimos de euro, según el destino.
Así, una vez consumidos los 127 pasos incluidos en la cuota mensual, una conversacion de dos minutos podía costar entre 15 y 67 céntimos.
En 2015, tener una línea fija con Telefónica supone una cuota mensual de como mínimo 19 euros, más del triple que la de hace 30 años -concretamente es un 207% más cara-. Es la tarifa de su Contrato Básico, en el que las llamadas a otros fijos cuestan 24 céntimos de lunes a viernes, sea cual sea su destino y duración, y están incluidas en la cuota mensual si se hacen los fines de semana. Las llamadas a móviles, las más habituales, suponen 19 céntimos por el establecimiento de la comunicación -hasta un 217% más cara que en 1985- más 12 o 19 céntimos por minuto, en función del horario en que se realicen.
Si en 1985 la llamada más frecuente era la que tenía como destino otro número -fijo, por supuesto- de la misma ciudad, en 2015 la mayoría de las llamadas desde fijo se dirigen a teléfonos móviles. Tomando como referencia una conversación de dos minutos, lo que hace treinta años costaba 15 céntimos hoy supone como mínimo casi el triple, 44 céntimos -un 187% más-. Eso sí, un alto porcentaje de llamadas tienen hoy un precio mucho más económico que tres décadas atrás. Pero lo cierto es que la cantidad que desembolsamos cada mes los consumidores por el teléfono -sin contar la parte que corresponde al uso de internet- está muy por encima del de entonces. Las telecos nos han creado la necesidad de estar permanentemente localizables y de realizar llamadas de forma compulsiva.
5. Gasolina y gasóleo
Cuando Doc recoge a Marty al finalizar la primera parte de Regreso al futuro para que conozca e intente evitar lo que pasará con sus hijos en 2015, el DeLorean ya no necesita uranio para realizar los viajes en el tiempo y se alimenta de basura. Teniendo en cuenta el precio al que se ha puesto la gasolina, la gran decepción de los mayores fans de la trilogía, hoy cuarentañeros, no es que los coches aún no vuelen, sino que sigan sin funcionar a base de residuos.
En octubre de 1985, el gasóleo costaba en España 37 céntimos de euro por litro, la gasolina súper 56 céntimos y la normal 52 céntimos. El 21 de octubre de 1995, el precio máximo semanal del gasóleo fue fijado por el Gobierno en 52 céntimos por litro, el de la gasolina súper en 67 céntimos y el de la sin plomo de 95 en 64 céntimos. Así que en diez años, el gasóleo había subido un 41%, la gasolina súper un 20% y la normal un 23%.
En el mes de octubre de 2005, el gasóleo tuvo un precio medio de 97 céntimos, la gasolina súper 1,14 euros y la sin plomo de 95 alcanzó 1,05 euros. La subida en una década había sido del 87% para el gasóleo, el 70% para la gasolina súper y el 64% para la normal.
En los primeros ocho meses de 201522, el precio del gasóleo fue de una media de 1,15 euros por litro y el de la gasolina de 95 octanos 1,26 euros -un 19 y un 20% más caros que diez años atrás-. Así que llenar el depósito de gasóleo cuesta más del triple que hace treinta años -un 211% más-, mientras que la gasolina ha subido un 142%.
El gasóleo y la gasolina de 95 alcanzaron sus máximos históricos en España en septiembre de 2012: 1,43 y 1,50 euros por litro, respectivamente. Nada menos que un 314 y un 188% por encima de los precios regulados por el Gobierno en 1985.