El Parlamento Europeo aprobó el miércoles sus demandas para una próxima propuesta de la Comisión Europea sobre el derecho a la reparación prevista para finales de 2022, con 509 votos a favor, 3 en contra y 13 abstenciones.
Los eurodiputados acordaron que un derecho a la reparación efectivo debe abordar todo el ciclo de vida de un producto y tener en cuenta factores como el diseño, la producción ética, la estandarización y la información al consumidor, incluyendo el etiquetado sobre la reparabilidad y la contratación pública. Debe promover un uso más eficiente de los recursos, reducir los residuos y fomentar un uso prolongado de los productos.
Productos duraderos que se puedan arreglar
Los eurodiputados quieren que los productos se diseñen para durar más tiempo, que sean reparables de forma segura y fácilmente desmontables. Mantienen que un «derecho a reparar» adecuado debería dar a las empresas de reparación y a los consumidores acceso a la información sobre reparación y mantenimiento de forma gratuita.
En cuanto a los dispositivos digitales, los eurodiputados sostienen que las actualizaciones informáticas deben ser reversibles y no provocar una disminución del rendimiento de, por ejemplo, los teléfonos inteligentes. Estas deben estar disponibles durante un periodo mínimo de tiempo, y los consumidores deben recibir en el momento de la compra toda la información sobre la disponibilidad de dichas actualizaciones.
Las prácticas que limiten indebidamente el derecho de reparación o conduzcan a la obsolescencia podrían considerarse «prácticas comerciales desleales» y quedar prohibidas por la legislación de la UE.
¿Qué debería incluir una futura ley sobre el “derecho a reparar»?
Los eurodiputados también demandan:
-
incentivos para que los consumidores elijan la reparación en vez de la sustitución, como la ampliación de las garantías o la recepción de un aparato de sustitución mientras dure la reparación;
- normas armonizadas de información para los consumidores en el punto de venta, incluyendo «puntuaciones de reparación», vida útil estimada, piezas de repuesto, servicios de reparación y la disponibilidad de actualizaciones informáticas;
- la posibilidad de un etiquetado inteligente, con códigos QR o pasaportes digitales de productos;
- la introducción de un posible mecanismo de responsabilidad conjunta del fabricante y el vendedor en caso de no conformidad con un producto, y
- la inclusión de requisitos de durabilidad y reparación en una futura Directiva de diseño ecológico.
Antecedentes
El Parlamento Europeo defiende desde hace más de una década el derecho de los consumidores a la reparación. Durante este periodo ha adoptado dos resoluciones que contienen una serie de propuestas concretas para que las reparaciones sean sistemáticas, rentables y atractivas.
Igualmente, considera que el derecho a reparar es un paso clave para lograr los planes de acción de la Economía Circular enmarcadas dentro del Pacto Verde Europeo. La Comisión anunció que presentaría una propuesta de modificación de la Directiva sobre la venta de bienes y que está estudiando una propuesta legislativa independiente sobre el derecho a la reparación en el tercer trimestre de 2022.
Según una encuesta del Eurobarómetro, el 79% de los ciudadanos de la UE cree que se debe exigir a los fabricantes que faciliten la reparación de los dispositivos digitales o la sustitución de sus piezas individuales. Del mismo modo, el 77% de los encuestados preferiría reparar sus dispositivos antes que comprar otros nuevos. Los residuos electrónicos son el flujo de desechos que más crece en el mundo, con más de 53 millones de toneladas desechadas en 2019.