La Posidonia oceanica en la playa no es basura

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Posidonia oceanica es una planta marina endémica del mar Mediterráneo, que se encuentra en fondos arenosos hasta los 40 metros de profundidad. Además de tener un gran valor ecológico debido a su capacidad fotosintética, contribuye a frenar el oleaje antes de llegar a costa, y ejerce de refugio para muchas especies animales, en especial de juveniles de especies pesqueras.

Esta especie necesita unas condiciones físico-químicas muy concretas para su desarrollo y supervivencia, y es muy vulnerable a los cambios que se producen en el entorno, por lo que es considerada una excelente bioindicadora de la calidad de las aguas marinas costeras.

Actualmente, la Posidonia oceanica se ve amenazada debido a causas antrópicas (relativas a la actividad humana), que han alterado la calidad del agua y las costas en las últimas décadas. Además, estos efectos se ven incrementados por el calentamiento global.

Pero su importancia no se restringe en exclusiva a cuando está viva y sumergida. Las hojas que pierde (bien porque están muertas o bien porque son arrancadas por los fuertes temporales) junto a los rizomas, se acumulan a lo largo y ancho de muchas playas. Forman así unas estructuras geomorfológicas conocidas como arribazones.

Si bien otras plantas y algas también forman estas acumulaciones, esta especie es la más abundante en el mar Mediterráneo, y genera estructuras de grandes dimensiones: alcanzan hasta dos metros de altura y decenas de metros de longitud.

El problema es que, año tras año, en numerosos municipios del Mediterráneo los arribazones se retiran una y otra vez en primavera y verano, bajo la justificación de limpiar las playas.

Ecologistas en Acción advierte que esta excusa está orientada a dar una imagen artificial al turista, o a las personas locales usuarias de las playas, que pueden considerar los arribazones como una molestia o porque supuestamente ‘huelen mal’ debido a la descomposición.

Sin embargo, estas prácticas suponen un problema medioambiental, ya que los arribazones son absolutamente beneficiosos para los ya bastante perjudicados entornos litorales, por lo que Ecologistas en Acción reivindica que se dejen de retirar de forma sistemática y sin medidas de protección, como ocurre en la mayoría de localidades.

En su defecto, para los casos cuya retirada sea estrictamente necesaria, la organización ecologista propone alternativas que no afecten tan negativamente en su limpieza y que se hagan de forma parcial. Por ejemplo: realizar las limpiezas en parte de los arenales dejando otras partes con su formación original; emplear técnicas de retirada no destructivas, como las conocidas ‘cucharas’, que limpian el arribazón en el mar antes de retirarlo; o depositar las hojas muertas en las zonas vegetadas para no eliminar la materia orgánica.

Por otro lado, Ecologistas en Acción insiste en que es imprescindible concienciar a la ciudadanía de la importancia de la presencia de estas estructuras, e integrarlos en la imagen ofrecida al veraneante como un ecosistema natural de gran valor.

Beneficios ecosistémicos de los arribazones
Aunque la comunidad científica se debate sobre el papel de protección de estas estructuras a medio-largo plazo en las playas, sí está aceptado que los arribazones evitan los efectos de la erosión a corto plazo. La erosión es un grave problema en las costas mediterráneas, sobre todo cuando se producen fuertes temporales, que literalmente barren la arena de muchas playas en determinados momentos del año.

Además de este papel protector, se han de mencionar otros aspectos menos conocidos sobre la importancia de los arribazones y poco estudiados:

– Son una fuente de nutrientes en un sistema arenoso que, a parte de lograr cierto grado de fertilización en las franjas vegetadas, sirven de alimento a determinadas especies de invertebrados costeros.

– La propia estructura formada sirve de refugio y protección a pequeños invertebrados marinos que, a su vez, son alimento de niveles tróficos superiores, como las aves marinas.