A pesar de que desde el PP de Marbella, con Ángeles Muñoz a la cabeza, se trate de distraer a los ciudadanos, hablando de “cambio de estrategia” y de “etapa dura” por la negociación del PGOU, a los que “conocemos la ciudad y cómo funciona el equipo de gobierno no puede engañarnos”, afirma José Bernal, secretario general del PSOE en Marbella: “las luchas intestinas entre concejales han llevado a la alcaldesa a decantarse por un lado, los llamados antiguos, los que formaron parte de la gestora y son fieles a Ángeles Muñoz sin condiciones; frente a los nuevos, aquellos que no comprenden cómo se toman determinadas decisiones y que, además, aburridos e ineficaces, han dejado de lado sus obligaciones”.
La prueba evidente es el “hecho de que la alcaldesa, en su nota de prensa, habla de que ahora vamos a tener una auténtica gestión municipal. ¿Qué han hecho hasta ahora, entretenerse, pasar el rato mientras la ciudad cada día está más sucia, más insegura y con más paro? Si antes no han realizado una auténtica gestión municipal, como ella dice, ¿quién nos garantiza que a partir de ahora van a poder hacerlo?”.
Para Bernal, “la alcaldesa se refugia en el núcleo duro, quitando todo lo importante a aquellos que han perdido su confianza, como resulta evidente en el caso de Alba Echevarría, Ángel Mora o José Luis Hernández, y cargando sobre los hombros de sus fieles toda la gestión”.
Desde la óptica del PSOE “el problema ahora son los efectos negativos que tendrán esas decisiones en el pueblo de Marbella. Por un lado, los desterrados a lugares como Las Chapas, trasladarán su falta de sintonía con la alcaldesa, mezclada con desconfianza y desgana, afectando gravemente a la solución de los asuntos que interesan a los vecinos. Por otro, los concejales sobrecargados, no darán abasto, alargando plazos, dilatando decisiones o, simplemente, con imposibilidad de ocuparse debidamente de todo”.
Bernal insiste también en el hecho de que “con el nombramiento de concejales de hecho, aunque no hayan ido en listas ni hayan sido elegidos por los ciudadanos, tanto de Baldomero León como de Javier García, se traiciona el acuerdo que se tomó en 2007, según el cual los miembros de la Gestora no formarían parte del nuevo gobierno de Marbella”.
Este viene motivado, porque “la actual situación ni siquiera permite a la alcaldesa mantener las formas por estética: tiene que recurrir a ellos ante la incertidumbre que le plantea el resto de su formación. Tenemos que recordar que incluso recientemente se vio impulsada a recuperar al exiliado Cardeña, a quien había catapultado a la Diputación para quitarle de en medio, por no contar con nadie de su cuerda dentro de su amplio equipo”.
A día de hoy, según Bernal, “la alcaldesa se ve sola con su grupo de dos o tres concejales de confianza, más sus directores generales, entre los que incluso el omnipresente Carlos Rubio ha declinado la oferta de formar parte del pleno municipal, retirándole uno más de sus escasos apoyos internos”.