Medir la presión arterial durante 24 horas puede mejorar el diagnóstico y manejo de la hipertensión

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La hipertensión es la primera causa de pérdida de salud en el mundo. Ahora, un estudio con 70.000 pacientes españoles, liderado desde la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), demuestra que la presión arterial medida con aparatos de monitorización ambulatoria predice la mortalidad mejor que la presión medida en la consulta clínica. Los resultados se publican esta semana en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine.

Desde hace más de 100 años medimos la presión arterial de la misma manera: realizando unas pocas mediciones de la presión con un aparato de mercurio, o más recientemente con tensiómetros automáticos en la consulta del médico o de enfermería.

Sin embargo, un estudio con cerca de 70.000 pacientes españoles atendidos por sus médicos de atención primaria y seguidos durante 10 años, demuestra que la presión arterial medida con MAPA (Monitorización Ambulatoria de la Presión Arterial), es un mejor indicador de la mortalidad cardiovascular que la presión medida en la consulta clínica.

“Mucha más gente debería usar un aparato de monitorización ambulatoria de la presión arterial, que se coloca durante las 24 horas de un día ordinario y efectúa mediciones cada 20-30 minutos. Se trata de una técnica que mide mejor el valor habitual de la presión arterial, porque la presión oscila mucho a lo largo del día”, afirma José Ramón Banegas, responsable del estudio.

El estudio, promovido por la Sociedad Española de Hipertensión Arterial, fue realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), con la colaboración de distintos centros sanitarios y otras universidades de Madrid, Asturias y Barcelona, de los CIBER de Epidemiología y Salud Pública y de Investigación Cardiovascular en Madrid, y del University College de Londres.

Hipertensión enmascarada

Los resultados también muestran que la hipertensión enmascarada (presión arterial normal en la consulta, pero elevada fuera de la misma) casi triplica el riesgo de muerte, y que la hipertensión de bata blanca (presión elevada en la consulta, pero normal fuera de ella) casi lo duplica en comparación a sujetos con presión normal en la consulta y fuera de ella.

“Por ejemplo, una persona de 50 años con hipertensión enmascarada no controlada tiene una mortalidad equivalente a la de una persona normotensa 14 años mayor”, aseguran los investigadores.

“Diagnosticar la hipertensión a partir de la presión medida solo en la consulta ya no es aceptable. No existe ninguna justificación científica o clínica para obviar la MAPA, que debería formar parte de la evaluación y del seguimiento de muchos pacientes hipertensos”, enfatizan.

Según estudios previos, en España aproximadamente la tercera parte de los hipertensos y otro tercio de los normotensos atendidos en una consulta deberían tener una MAPA, por padecer hipertensión de bata blanca o hipertensión enmascarada, respectivamente.

Los aparatos de MAPA son bien aceptados por los pacientes y son cada día más asequibles económicamente. De hecho, la MAPA es más costo-efectiva que la presión tomada en la consulta o en el hogar del paciente. En consecuencia, en diversos centros de atención primaria de España se está empezando a realizar sistemáticamente MAPA en algunos pacientes.

“Se deben explicar las ventajas de la MAPA a los médicos y a los pacientes, yextender su uso hasta hacerlo universal. Esto puede mejorar la salud de la población y la sostenibilidad del sistema sanitario, gracias al mejor diagnóstico y manejo de la hipertensión arterial”, precisan los investigadores.  

Este trabajo posiblemente modificará la manera de diagnosticar la hipertensión arterial en la práctica médica y monitorizar la adecuación del tratamiento, pues pone manifiesto que la monitorización de la presión arterial durante 24 horas es mucho más exacta y mejor predictora de riesgo de muerte que la presión arterial medida habitualmente en la clínica, y evita muchos casos de sobre-diagnóstico e infra-diagnóstico y de sobre-tratamiento e infra-tratamiento. La presión arterial en la clínica debe seguir teniendo su papel como método para detectar presiones elevadas, pero la confirmación diagnóstica debe hacerse con estas nuevas tecnologías de monitorización, concluye el catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid José Ramón Banegas, uno de los autores de este artículo.