Comedias negras, invasiones de hogar, locuras masivas y zombies. Estos son algunos de los temas y argumentos que plantea este año el Festival de Cine Fantástico de la Universidad de Málaga en su Sección Oficial de Largometrajes. Las nuevas películas de directores como Joachim Trier, Kiyoshi Kurosawa o Brian Taylor acompañarán a una decena de filmes -algunas premiadas en otros festivales- que competirán durante los primeros días de noviembre en un certamen que cada año cuenta con más proyección y mayor número de espectadores.
La 27 edición de Fancine se celebrará entre los días 8 al 16 de noviembre, mientras que el plazo de acreditación de prensa se abrirá el próximo lunes 16 de octubre.
Sección Oficial de Fancine
Fancine presenta las diez películas aspirantes a ganar el Premio Universidad de Málaga al Mejor Largometraje, dotado con nueve mil euros o el Premio del público, dotado con mil euros. Además, el jurado otorgará galardones a otras categorías entre las que se encuentran Mejor Fotografía, Mejor Actriz o Mejor Actor y, como novedad en esta edición, se entregará también el reconocimiento a la Mejor Banda Sonora.
La comedia negra Better watch out (Australia, 2016), dirigida por Chris Peckover, centra su argumento en un tranquilo barrio americano durante una blanca noche navideña, en la que la situación empieza a descontrolarse. Testigo de ello es Ashley, la niñera del hijo de los Lerner, que deberá defender al pequeño de unos desconocidos que han irrumpido en la casa. Pronto, la chica descubrirá que no se trata de un asalto al uso.
Del reconocido director Kiyoshi Kurosawa, se proyectará Before we vanish (Japón, 2017), su última película tras dirigir Creepy y Le secret de chambre noir. La trama está protagonizada por Narumi y Shinji, una pareja que atraviesa una mala racha en su matrimonio. Un día Shinji desaparece y cuando vuelve está totalmente transformado. Al mismo tiempo, una familia aparece brutalmente asesinada y extraños fenómenos empiezan a producirse en la ciudad. Bajo esta premisa este drama de ciencia ficción promete cautivar a los seguidores del realizador nipón. La película compitió en Cannes en la sección A certain regard, así como en el Festival de Sitges, que tiene lugar estos días.
También participa en el certamen catalán el cineasta Sadrac González-Perellón, que estará presente en Málaga para defender el thriller de terror Black Hollow Cage (España, 2017). Tras perder a su madre en un accidente, Alice vive encerrada en sí misma y en una casa que es como una caja, con su padre, con una prótesis como brazo, y con una perra con la que puede comunicarse gracias a un aparato llamado ‘mamá’. Un día, Alice encuentra un cubo en el bosque, que le alerta de lo que está por suceder.
Free and Easy (China, 2017), de Geng Jun, competirá en Fancine tras ganar el Premio Especial del Jurado en el Festival de Sundance. Esta comedia relata las peripecias de un vendedor ambulante de jabón que llega a una desolada ciudad china en la que se produce un crimen que enfrenta a sus extraños habitantes entre sí con resultados tragicómicos.
Bushwick (Estados Unidos, 2017) de Jonathan Millot y Cary Murnion es otra de las películas de acción que incluye la sección a concurso de la cita fantástica. Cuando Lucy sale del metro en Bushwick, el último barrio de moda de Nueva York, no encuentra ni hipsters ni rastros de la gentrificación, sino un grupo de hombres armados, que no dudan en disparar a matar. En medio del caos, Lucy hallará un aliado en un corpulento vecino (Dave Bautista, ‘Guardianes de la Galaxia’), que la acompañará hasta la casa de su abuela, a través de unas calles que se han convertido en un campo de batalla.
Brian Taylor, director entre otras de Ghost Rider y Gamer, compite en esta ocasión con Mom and Dad (Estados Unidos, 2017), presentada en el pasado Festival de Toronto. Este thriller de terror de corte pulp relata una misteriosa epidemia en forma de locura masiva que provoca que los padres ataquen violentamente a sus hijos. Carly y Joshua tratarán de sobrevivir durante tan aciaga jornada, amenazados por unos progenitores que poseen los rasgos de Nicolas Cage y Selma Blair.
Let the corpses tan (Francia, Bélgica, 2017) de Hélène Cattet y Bruno Forzani es una nueva muestra de cine experimental que también compite en estos días en Sitges. Todos los veranos, Luce, una pintora excéntrica de unos 50 años, se va a su pequeño caserío aislado, en ruinas, en el sur de Francia, rodeada de invitados, así que este verano se junta con Max Bernier, un antiguo amante, escritor y alcohólico; Brisorgueil, su amante actual, abogado; y tres amigos de este que no conocía todavía: Rhino, Gros y Alex. Tras haber hecho la compra en la ciudad, estos tres últimos asaltan un furgón blindado y se hacen con 250 kilos de oro. Vuelven enseguida a casa de Luce, con la idea de esconderse allí tranquilamente hasta el final del verano, pero algunos sucesos van a obstruir sus planes y el caserío se va a convertir en un campo de batalla durante un día largo y muy agitado que vamos a seguir prácticamente minuto a minuto.
Fancine presentará el encuentro con el director Brian O’Malley, que traerá su película The Lodgers (Irlanda, 2017), un cuento gótico de horror situado en la Irlanda rural de principios del siglo XX en el que unos hermanos gemelos viven bajo la influencia de unas presencias siniestras que los obliga a cumplir tres reglas básicas para mantenerse a salvo.
El subgénero de los zombies vuelve, un año más, a tener presencia en el Fancine. Les affamés (Canadá, 2017), dirigida por Robin Aubert, fue la ganadora en el último Festival de Toronto del premio a la Mejor Película Canadiense. En un pequeño pueblo remoto de Quebec las cosas han cambiado. La gente local no es la misma, sus cuerpos se están descomponiendo y se sienten atraídos por la carne humana.
El realizador Joachim Trier regresa tras los sobrecogedores El amor es más fuerte que las bombas y sobre todo Oslo 31 de agosto, un filme lleno de desesperanza. En este caso participará con Thelma (Noruega, 2017), un drama psicológico. Thelma no es una chica normal. Desesperada, le pregunta insistentemente a Dios por qué la ha hecho así. Sus padres tampoco son de gran ayuda, sino dos personas misteriosas que se muestran tranquilas ante los poderes que muestra su hija, que, cada vez que siente algo, causa desastres. Cuando Thelma inicie una relación con una compañera, las emociones propias del amor harán estragos.