Para el Sindicato Médico de Málaga (SMM) y Basta Ya la nueva situación epidemiológica con el proceso de vacunación a la población frente a la Covid-19 supone una oportunidad para mejorar la Atención Primaria.
La Atención Primaria se encuentra en una situación crítica, por lo que precisa de medidas urgentes para garantizar que este nivel asistencial dé una respuesta sanitaria correcta dentro de sus competencias a las necesidades de la población, al tiempo que se garantice que los médicos que trabajamos en ella dispongamos de las medidas de protección, los recursos, las condiciones laborales, la estabilidad y el reconocimiento adecuados. Todo ello es imprescindible para detener y revertir la fuga en aumento de médicos de familia y pediatras que no desean trabajar en este nivel asistencial debido a las malas condiciones que se les ofrecen.
Todas las propuestas precisan de una apuesta decidida por parte del Gobierno andaluz por la Atención Primaria, una implicación directa de los equipos directivos y la colaboración de todos los profesionales de los centros de salud. Pero también es necesario que a su vez la Administración sanitaria divulgue estos cambios organizativos a los usuarios, con campañas de información diseñadas y desarrolladas ad hoc.
Propuestas
Dimensionamiento adecuado de las plantillas en función a la complejidad de la población asignada. Estableciendo un cupo máximo de 1.300 pacientes para médicos de familia y 1.000 pacientes para pediatras.
Todo ello debe llevar aparejado el que las retribuciones de los médicos de familia y pediatras de Atención Primaria sean iguales a las de los facultativos hospitalarios, incluyendo la continuidad asistencial.
Rediseñar la accesibilidad al centro de salud: reforzar los recursos humanos necesarios para poder realizar una atención de calidad; siendo esencial el establecimiento de mecanismos de filtros eficientes para acceder a las consultas médicas desde el mismo momento en que los usuarios contacten con el sistema sanitario. Así como mecanismos de triaje de aquellos pacientes que acuden al centro sin cita, a través de la consulta de acogida atendida por una enfermera.
Cambios organizativos en los centros: debe darse respuesta a las demandas de los usuarios por aquel miembro del equipo que tenga competencia para ello, atendiendo a la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias 44/2003. En línea con lo anterior, el SMM defiende que las competencias en materia de dirección de los centros deben recaer exclusivamente en el médico, tal y como se recoge en las distintas sentencias dictadas por el TSJA.
También es importante la asignación de enfermeras a la población pediátrica y la asunción de sus funciones en este campo.
Por otra parte, se hace necesario la creación de equipos móviles específicos de urgencias y la extinción de la categoría de Dispositivo de Apoyo.
Adecuación de las agendas: establecer un modelo de agenda flexible, gestionada por el propio profesional, con un máximo de 20-25 pacientes al día entre todas las actividades asistenciales; además de que la jornada asistencial no debe rebasar las 5 horas reales.
Reducción de labores burocráticas: profundizar en la propuesta de desburocratización elaborada por el SMA.
Priorizar la seguridad de los profesionales y de los usuarios: con medidas como limitación del aforo con vigilante de seguridad en el centro mientras éste se encuentre abierto, habilitar zonas de espera en exteriores, potenciar la limpieza y desinfección de los espacios, el uso de mamparas y protecciones y el establecimiento de un doble circuito asistencial para la patología COVID y no COVID.
Los representantes del SMM han entregado esta mañana estas iniciativas al delegado provincial de Salud, Carlos Bautista, durante una reunión que se ha celebrado en la sede de la delegación territorial.