Profesionales del Hospital Costa del Sol han iniciado un proyecto europeo, denominado SELF (camisetas inteligentes para una vida más fácil), en colaboración con otras cuatro instituciones de Italia, Polonia y Noruega. El objetivo es desarrollar y evaluar una innovadora camiseta inteligente con sensores avanzados de polímero seco conectados a una plataforma de gestión de datos y dispositivos de comunicación avanzados, que permite la monitorización, en tiempo real, de las constantes vitales (registro de actividad cardíaca, frecuencia respiratoria, temperatura corporal y saturación de oxígeno) en adultos mayores con riesgo. El proyecto pretende impulsar un sistema nuevo de monitorización de la salud, más cómodo, fiable y coherente con el deseo de tener una “vida activa” de las personas mayores que requieren un seguimiento continuo.
Este trabajo es uno de los pocos proyectos financiados por el Programa ‘Active Assisted Living – Ageing Well in the Digital World’ de la Unión Europea, en colaboración a nivel nacional con el Instituto de Salud Carlos III. Tiene una duración de 24 meses y está financiado con más de 800.000 euros, de los que más de 50.000, estarán dedicados a realizar uno de los tres ensayos piloto a nivel europeo en el Hospital Costa del Sol.
Para alcanzar este objetivo, se implementarán dos fases de estudio complementarias al desarrollo de la plataforma de gestión de datos, en las que se prevé que participarán más de 200 personas en tres países diferentes de la Unión Europea, incluidos adultos mayores y sus cuidadores informarles. La primera fase, actualmente en curso, está dirigida a conocer las necesidades y opiniones sobre una prenda de este tipo. Posteriormente, en la segunda fase, se realizará un ensayo piloto para evaluar la facilidad de uso y los posibles inconvenientes asociados a llevar la camiseta. Los resultados de ambas fases contribuirán a crear un producto adaptado a las necesidades de estas personas.
Este hospital es la única entidad española participante en este proyecto, que contribuirá al desarrollo de un sistema de alta tecnología para detectar rápidamente los signos tempranos de deterioro clínico en adultos mayores con riesgo y se llevará a cabo principalmente desde el área de Medicina Interna del Hospital Costa del Sol, liderado por su director, Javier García Alegría, junto al médico internista, Francisco Poveda Gómez, y la responsable de Enfermería de este servicio, Marta Aranda Gallardo. Además, para el desarrollo de este proyecto colabora también la Unidad de Investigación e Innovación de este Hospital, tanto su Responsable, Elena Martín Bautista, como el metodólogo e investigador colaborador, Francisco Rivas Ruiz; y la psicóloga clínica, Almudena Ramírez Martín, con experiencia en la aplicación de nuevas tecnologías a poblaciones vulnerables.
Ante los nuevos desafíos impuestos por la pandemia COVID-19 y la necesidad de atender a una amplia población que requiere una atención y cuidado especial, Javier García Alegría comenta que “es una excelente oportunidad de evaluar y aplicar nuevas tecnologías al campo de la salud y del envejecimiento saludable y de intercambiar conocimiento y experiencias con distintos países y de diferentes disciplinas”.
El sistema innovador, una vez validado, permitiría detectar si existen o no condiciones de mejoría, estabilidad o de empeoramiento para la persona que lleva la camiseta. Estos elementos, una vez comprobada su fiabilidad, garantizarían una condición de mayor seguridad para los pacientes, reduciendo el tiempo de intervención en caso de eventos adversos y facilitando las recomendaciones de actividad a cada uno de los pacientes de una manera personalizada. Este estudio se llevará a cabo tanto en personas adultas con alto riesgo de fragilidad como en pacientes post-COVID que necesitan un seguimiento se los efectos colaterales de esta enfermedad”.
Finalmente, Francisco Poveda, destaca que “el proyecto es relevante porque se encuadra dentro del proceso de transformación en el que ya está inmerso el sector sanitario, que conduce hacia un modelo de cuidados del paciente individualizado, en el que la monitorización en tiempo real de datos nos va a permitir una medicina personalizada y participativa».