Impulsa ciudad plantea establecer una hoja de ruta planificada para desarrollar la transición ecológica en una ciudad como Marbella que debería estar en la vanguardia de las ciudades verdes del mundo por si queremos competir en el panorama mundial como destino turístico de calidad y sostenible.
Impulsa ciudad propone diferentes medidas, dentro de un modelo claro de ciudad, para desarrollar una movilidad sostenible, un reciclaje verdaderamente eficiente, potenciar las energías renovables en el municipio, la protección de los ecosistemas urbanos, marinos y su biodiversidad así como una masa arbórea bien cuidada que pueda absorber las emisiones de CO2 que generamos como ciudad.
Además de los compromisos contra el cambio climático que deben adoptar los países representantes que firmaron el Acuerdo de París y los compromisos de la actual Cumbre, tenemos otra herramienta que son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU que integran y equilibran tres dimensiones esenciales (económica, social y ambiental) y que muchas ciudades están adoptando en sus políticas municipales. El informe que elaboró en octubre de 2018 la Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS), analizando más de 100 ciudades españolas de más de 80.000 habitantes y capitales de provincia, ofreció resultados dispares con ciudades muy implicadas frente a otras con apenas compromiso medioambiental, una de ellas es desgraciadamente Marbella que está en la cola de las ciudades sostenibles de España como lo prueba este informe. Entre otras cuestiones, no trabaja como lo hace el ayuntamiento de Málaga y muchos otros integrando los ODS en sus políticas municipales y los resultados son contundentes.
Vitoria se ha convertido este año 2019 en ciudad verde global, un premio justo a años de compromiso medioambiental que le ha valido su reconocimiento internacional. Desgraciadamente Marbella tiene mucho que trabajar para conseguir méritos parecidos para ser una ciudad verde de referencia. Lo primero trabajar con un modelo de ciudad y lo segundo cambiar la mentalidad y la actitud de nuestro actual equipo de gobierno. La gestión en materia medioambiental de nuestro ayuntamiento es caótica y prácticamente nula. Nuestro actual modelo de ciudad está en las antípodas de lo que debe ser una ciudad sostenible y es sobre todo un ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas. Un modelo de ciudad sostenible como el que propone Impulsa Ciudad garantiza un modelo turístico atractivo, amable y con futuro, además de una ciudad con una mejor calidad de vida para sus ciudadanos. Habría que recordarles lo que ha dicho la ministra chilena de Medio Ambiente en la Cumbre del Clima de Madrid: «la acción climática no conoce fronteras ni color político». Desde luego, no debería.